miércoles, 25 de febrero de 2009

El Páramo, una vida profunda

Un feriado carnavalero con opciones muy distintas. Así lo vivió gran parte de la población de la sierra centro y norte del Ecuador. Nosotros nos adentramos en un lugar poco conocido: EL PÁRAMO DEL COTOPAXI.



La entrada no la realizamos por los tradicionales Boliche y Panamericana Norte, sino por la zona del Sincholagua, pasando por Sangolquí. A hora y treinta de Quito, hacia el Oriente, en la vía que lleva a uno de los accesos del Parque Nacional Cotopaxi, se encuentra el sector de Rumipamba, zona de grandes haciendas, planicies cubiertas de verde, de naturaleza viva, de riachuelos, vertientes y con suerte, hasta se pueden ver aves singulares, venados y conejos. 

Una vez que se pasa el Club Los Chillos, se adentra por una vía empedrada, que en la mayor parte de su trayecto presenta un buen estado, prácticamente cualquier vehículo podría ingresar. Rótulos pequeños invitan a conocer esta ruta de volcanes, donde la naturaleza es la fiel compañera. Aquí se puede acampar, realizar PIC NIC y todo en total tranquilidad. Este lugar, tan cercano a la capital, es poco concurrido. En el trayecto se encuentran 3 hosterías que tienen un mínimo flujo de visitantes. ¿Por qué pasa esto si el espectáculo natural es impresionante?

En el pasado feriado de Carnaval, la afluencia de turistas se trasladó a las tradicionales Guaranda, Ambato y Baños y quienes no salieron, prefirieron balnearios cercanos, parques y el deporte. Es que la dificultad con las vías que conectan a las playas, por los constantes derrumbes, cambió los planes de miles de personas. Sin embargo, esta zona de Rumipamba vivió tranquila el feriado, porque son poquísimos los que se aventuran por allí.

Y tal vez tenga sus beneficios que esto sea así. Al tener poco contacto con la mano humana, los paisajes se mantienen inalterables, sin basura ni destrucción. Gozar de los riachuelos, de pequeños bosques, de vertientes y cascadas, donde se puede uno bañar, para templar los nervios en el frío que siempre acompaña. Si uno esta de suerte, puede apreciar de lleno el Cotopaxi, el Sincholagua, los Illinizas, el Rumiñahui y hasta el Antisana. Todo un placer para la vista. Pero con las nubes fueron nuestras compañeras constantes, tenemos fotos del paisaje de páramo que pueden ver en nuestra galería

Con el cuidado del caso, nos permitimos invitar a todos a conocer esta zona, deleitarse con la filosofía de la montaña, caminatas extraordinarias, de un Ecuador que tiene múltiples opciones adicionales a las tradicionales.   

lunes, 27 de octubre de 2008

Inolvidable Calamaro

Solo 15 minutos después de las 20:00, hora pactada para un nuevo ritual de la música y el rock, las voces de Andrés Calamaro y su banda empezaron lo que sería uno de los conciertos con mejor sonido, despliegue y calidad. El coliseo Rumiñahui fue testigo de dos horas con 15 minutos inolvidables.

 

Un paseo por la Lengua Popular de esta Alta Suciedad, al ritmo del Salmón. "Hombres y mujeres de Quito, buenas noches" decía Andrés Calamaro en la apertura de su concierto, en Quito, el 23 de octubre, donde paseo lo mejor de sus temas como solistas, unos toques de Los Rodríguez, algo hasta de Sabina, Tango Feroz. Fue un CONCIERTAZO, como decían muchos de los presentes en general, desde donde vivimos este espectáculo, desde donde coreamos con todo el coliseo, letra a letra, los temas de este argentino que ha hecho historia en la música de Buenos Aires, de América Latina y del mundo.

Músico, productor, intérprete y productor dice el Wikipedia de Calamaro, además que nació en Buenos Aires en 1961. También se dice en Internet que hizo delirar a 15 mil personas en Perú y que en Quito quedó agradecido del público. Algo que también le paso a su hermano, Javier Calamaro quien dio hace pocos meses un recital en la Casa de la Cultura, y quien quedó prendado de la capital del Ecuador, de su gente y la magia que por acá fluye.

Los Calamaro son de dar conciertazos, de enganchar al público, de respetarlo. Por ello, el ingreso de Andrés al escenario no se pasó de los 15 minutos de la hora pactada. Rindió homenaje a su carrera, a sus referentes y a la gente. La versión de Elvis esta vivo movió a todos, el Día de la Mujer Mundial sonó a himno, la Flaca se coreó con el corazón en la boca y hasta los tangos tuvieron aplausos desbordados. Al final, todos nos quedamos con ganas de más. Claro, fue la primera vez de Andrés Calamaro en el país...ojala no sea la última...porque son encuentros inolvidables. Salud Andrés y larga vida.

por Santiago Estrella Silva
 




lunes, 6 de octubre de 2008

Las rieles mueven al cine

El colectivo Tranvía Cero, organización encargada de las funciones masivas del 6to. Festival de Cine de Quito, Cero Latitud, dispuso la pantalla gigante, el proyector y amplificación en un escenario que se volvió mágico. Intentaré describir con detalle el ambiente. 



La Maldonado se parece más a un chaquiñán que la avenida de ingreso a la capital. La construcción de la vía exclusiva para el trole convierte al trayecto al sur un reto para conductores, que con la noche y la lluvia, desafían huecos y gradas. Sin embargo, "Qué tan lejos" nos esperaba en un lugar de Guajaló, en la ciudadela Nueva Esperanza, allá donde el cine llega, al parecer, por las líneas del tren.

Buses y autos circulan, en ida y regreso por una calle doble sentido. A un costado, junto a montes de piedras pequeñas, las líneas férreas conducen con la mirada hasta el paso a desnivel de la Morán Valverde. Estamos paralelos a la Av. Maldonado, a una cuadra, donde el tren fantasma amenaza, al igual que la lluvia, con suspender la función de "Qué tan lejos", la película de Tania Hermida. Los moradores de Guajaló, ataviados de ponchos, chales y chompas, salen con sus familias, con sus hijos. Las 2oo sillas previstas quedan cortas. La gente incluso se engancha desde los portales de sus casas y desde las ventanas, con las historias de Esperanza, Tristeza y Jesús, y ríen con cada mala palabra que sale de boca de los protagonistas, o cuando les recomiendan "cuidarase de los cuencanos". 

Llegó el momento en que todos veían como las líneas del tren se reproducían en la pantalla, cuando Jesús, Tristeza y Esperanza caminan por Alausí. Esa magia se conjuró para crear un espacio fenomenal, donde el cine se impuso a todo, incluso a la tenue musiquilla proveniente de un night club vecino a la carpa donde se instaló la proyección. 

La llovizna hacia el final de la peli no quiso quedarse por fuera. Pero la historia atrapó a los espectadores de Guajaló, que siguieron el desenlace casi sin  parpadear. Las líneas del tren fueron mudos testigos de un nuevo evento que cambio la vida, al menos durante dos horas, de un barrio, de una ciudadela, de una calle. Algo distinto pasó allí, y más de uno ya pidió que vuelva a pasar. 

Fue un espectáculo reconfortante, un acierto de Cero Latitud y del Colectivo Tranvía Cero haber llevado el cine a esta zona lejana del Quito comercial y romántico. Quedan tres barrios más por visitar, el viernes 10 de octubre, en Santa Clara, el sábado 18 en San Juan y el domingo 19 en la plaza del Cementerio de San Diego. Todas las funciones desde las 19:00. Prometidos otros espectáculos con ambientes mágicos. !Qué viva el cine para la gente!, y que tome las rieles del tren, para seguir su marcha por el país.  

Por: Santiago Estrella Silva

martes, 23 de septiembre de 2008

¡Que bueno que no me acreditaron!



Mas allá del gran contenido artístico del
VI Festival Internacional de Música Joven quitofest, la oportunidad de ver el trabajo por concienciar a los jóvenes en temas vitales hoy en día, me hicieron olvidar que ya no hubo concierto el sábado.

Aunque puede sonar a picado, no es así, porque al no codearme con la crema y nata del quehacer periodístico en el espacio donde podían tomar fotos sin que te caigan los panas con el mosh, pude correr rápido para guarecerme en el Palacio de Cristal del Itchimbía al momento del aguacero que cayó el sábado 20 de septiembre, después de la presentación de Alicia se tiró por el parabrisas (foto) a eso de las 15:00, en el segundo día del Quitofest.
Pero antes ya hubo el anuncio de que se venían las aguas, cuando se presentaba el grupo guayaquileño Los Nietos, quienes fueron perjudicados por esas primeras gotas, aunque hubo gente que no se separó del escenario, después era imposible quedarse y quienes vimos esperanzadoramente unos ratitos de sol después de la llovizna, terminamos nuevamente encerrados en el Palacio de Cristal, que tenía un matiz que no estaba en mis planes de ser visto (Foto).

La Cruz Roja hacía exámenes de VHI por 2 USD, había juegos interactivos de los derechos humanos, podías firmar en un cartel a favor de la no violencia contra la mujer y recibías información sobre salud sexual, reproductiva y prevención del virus del Sida, por eso y solo por eso, ¡que bueno que no me acreditaron!

La Fundación Música Joven, organizadora del evento, realizará un concierto con las bandas que no pudieron participar cediendo solidariamente su espacio para que las bandas internacionales puedan presentarse el domingo 21.

por: Juan Carlos Albuja

Amazonas, ¿un nuevo escenario?


La apertura del nuevo bulevar en la Amazonas tuvo momentos críticos por la no consecución de la obra en el tiempo informado con anterioridad, pero al fin de cuentas este viernes pasado la obra fue presentada con una fiesta denominada Huasipichai, muy incluyente donde, ciclistas, grupos de baile, teatro y música acompañaron el evento.




Cuidemos este espacio que ha costado tanto, decían las Marujitas al resaltar la obra que la Asociación de Comerciantes del Bulevar Amazonas y la Gerencia de La Mariscal presentaron a la ciudadanía este 19 de septiembre.
Pero ¿a qué se debe esta nota en un blog cultural como este? Simplemente a una realidad que debe ser custodiada. El rescate de este espacio público tiene que mantener una inclusión natural y participativa de todos quienes consideran a este un nuevo escenario abierto de la ciudad un lugar para potenciar eventos de cultura, la misma inauguración lo demostró así.




Caminando por la avenida (antes desértica) a partir de las 20:00 lo único que daba era una sensación de pánico, un psicoseo de regresar a ver esperando el asalto o algo peor, pero hoy la visión de una arteria viva de Quito a full time puede ocasionar que se transforme en un sitio de interés en ser visitado por propios y extraños todo el año y con esto la asociación no debería perder de vista, más allá de los billetes verdes que les vengan a sus negocios, aquello extra que pueda dar y que de alguna manera podría impulsar, un espacio más en el Quito cultural para toda esa gama de arte que tiene la Capital.

por: Juan Carlos Albuja

martes, 26 de agosto de 2008

Un concierto con sangre y huevos

"Verás que todo es mentira, verás que nada es amor...que al mundo nada le importa, Yira...Yira...Aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor, no esperes nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor."  del tema, Yira, Yira, interpretado por Javier Calamaro, en Quito.




Nunca el rock y el tango se llevaron tan bien como la noche del 21 de agosto, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura de Quito. Javier Calamaro y su banda, los Piratas, dejaron "sangre y huevos" en el escenario. El público, que llenó la parte baja del teatro, sin saber muy bien la trayectoria del argentino, terminó el concierto de pie, aplaudiendo el inmenso espectáculo que Javier dejó en el país.

Una voz hecha para el tango decían varias personas entre el público mientras Calamaro cantaba la reconocida "Cambalache". Pero también para el rock. Esas son sus raíces, su historia y herencia, algo que con orgullo lo reconoce. Fue por 10 años líder de la agrupación Los Guarros para luego pasar a solista, donde con Los Piratas lleva 6 discos y varios reconocimientos. 

Tal vez su nombre en Quito no es muy conocido, las radios locales no saben de lo que se pierden, porque lo mostrado en el Teatro Nacional dejó a muchos con ganas de más, con ganas de seguir a Calamaro. La cobertura de medios al concierto fue escaza, pero allí estuvimos, para volvernos locos con su música, y luego, entrevistarlo, si había el chance.



Y que lo hubo. Tanto Los Piratas como Javier son de muy buena onda. En su camerino compartimos momentos del post concierto y a día seguido, Javier Calamaro nos permitió entrevistarlo. Muy pronto podrán acceder a ese material, en nuestro próximo portal www.ahoraenquito.com Pero de momento podemos tener estas fotos y esta nota, que deja expreso el reconocimiento a este artista, a este ser humano que sobre el escenario es una máquina de hacer tango y rock, es un volcán emanando constantes vibraciones y energía, cosa que desde el público es devuelta en admiración. Más calmado, en la entrevista, es un tipo de aquellos que no se preocupa por hablar mucho, que se siente cómodo en el living de su casa, o en el improvisado set de entrevista. Un ser humano que se la piensa antes de contestar, que ha vivido grandes cosas, que su boca no sabe como expresar, pero que su mirada lo delata. Un tipo que adora a su hijo, Romeo, un loco que se mueve por el mundo haciendo lo mejor que sabe, vivir y cantar. Larga vida Javier Calamaro, Quito te empieza a extrañar.



Para mirar más fotos, visita nuestra Galería

por Santiago Estrella Silva

viernes, 15 de agosto de 2008

“Terminal” de Sudakaya se estrenó en la Plaza del Teatro


A media hora de empezar el concierto gratuito que la banda ambateña Sudakaya ofrecería a toda su fanaticada de Quito, en la Plaza del Teatro Sucre, el ambiente se calentaba con unos cuantos malabares con clavas y diábolos.



Con unos minutos de retraso dentro de lo normal, Sudakaya que cuenta con 6 años de trayectoria artística salió a escena sin teloneros. De una se escuchó una de las nuevas canciones (Parabólica) de su tercer disco “Terminal”, coincidencialmente es la primera de esta nueva producción que nos ofrece una etapa más madura de estos excelentes músicos, que se han paseado por todo el país y por varios festivales de afuera, compartiendo escenario con la Bersuit, Andrés Calamaro, Auténticos Decadentes, Vicentico, entre otros.

El disco tiene fusiones de bossanova, dance hall, reggae, salsa e incluso detalles del tradicional pasillo. La intención de Sudakaya con este nuevo material tiene clavada la mira en una gran promoción nacional y salir con su música fuera del país.

Los fans corearon las conocidas y aplaudieron las nuevas, una pequeña muestra de que este flamante producto tendrá el éxito que se merecen sus interpretes, además la despedida fue sólo un hasta luego: “nos vemos en el Quito Fest, que en este año se realizará en septiembre 19, 20 y 21, en el Itchimbia.

Mira parte de este concierto en nuestro canal de youtube: Concierto Sudakaya

por Juan Carlos Albuja

martes, 12 de agosto de 2008

El Centro de Quito se abrió al arte

Cuando Claudio Jácome presentaba los tres momentos de su concierto por la Velada Libertaria, en medio de la oscuridad, matizada con la iluminación fantástica de las iglesias, apareció en el balcón del Palacio de Carondelet una silueta conocida. Apenas era una silueta lo que se alcanzaba a ver, pero la gente que estaba apostada sobre ese sector, escuchando el concierto, se olvidó de todo y lo único que quería era que iluminen al Presidente, varios decían "Mi Presidente". Es que Rafael Correa había salido al balcón, a disfrutar un poco de la Velada Libertaria, organizada por el Municipio de Quito, a un año de festejar el Bicentenario del 10 de agosto de 1809, el llamado Primer Grito de la Independencia.


Parte de la Catedral, minutos antes de iniciar el evento central de la "Velada Libertaria".

Vamos en orden, retrocedemos un poco en el tiempo y nos ubicamos hacia el medio día del 9 de agosto pasado, en la Plaza de las Culturas, en los bajos del Ministerio de Cultura, donde se organizó un festival internacional de Gastronomía. Aunque el asunto era un poco "chik", distinto a las tradicionales ferias populares, la idea fue buena. Degustar los sabores de latinoamérica fue un inicio interesante para un día sábado cargado de arte y cultura.

Muchos criterios se podrán decir de esta Velada Libertaria, sin embargo, el hecho de abrir las plazas del centro histórico para que sea el arte, en sus diferentes facetas, la que festeje los 199 años de proclamar ideales de independencia y libertad, es sin la menor duda, lo mejor que se puede ofrecer. Menos discursos, menos plataforma política. 

Como ya se vivió en los años pasados, la presencia masiva del público a veces genera un poco de desorden, sobre todo en las calles más estrechas del Centro. Amontonamientos, empujones y la consabida inseguridad que obliga a preocuparse más de los objetos personales que apreciar los espectáculos, son cosas con las que habrá que lidiar para que las cosas sean mejores el próximo año. Sin embargo, disfrutar del centro histórico, sin la molestia de autos y buses, con todo su colorido e historia, es sencillamente fantástico. A veces parece muy poco que eso pase solo una vez al año.

Largas filas para entrar a iglesias y museos derrumban la creencia de que al "pueblo no le interesa la cultura". Ese es un argumento muy utilizado por los editores y programadores de medios para darnos solo farándula, muerte y politiquería, sin entender que el espectáculo está en los museos, en el teatro, en las expresiones artísticas. Gente sencilla, común y silvestre es la que quería entrar a los museos, quería CONOCER. Por eso me atrevo a decir que solo un día al año es muy poco para que el público conozca su historia. Pero eso es mejor a nada. 


Cristian Cepdea y Victoria Velasco, de la agrupación Mi Maíz, interpretaron la Danza "Mestizo". 


Cada plaza tenía su temática específica. En la Plaza Chica, la danza contemporánea tenía boquiabiertos a un centenar de personas, que sin saber bien que querían decir los bailarines, quedaban maravillados con los movimientos, los saltos y la emoción que dejaban en las tablas los diferentes grupos. En la Plaza del Teatro la tarima estaba abierta para el jazz. Claro, antes se tenía que sortear la larga fila para entrar a una exposición sobre el Quito Antiguo, que ofrecía el Teatro Sucre. Escuchamos al grupo Nuages, que supo poner a bailar con ritmos jazz, muy en su estilo, podrán ver una pequeña parte de su intervención en un video en nuestro canal de Youtube.

Pero como la oferta era inalcanzable para una sola persona, caminamos por diferentes plazas para llegar a La Ronda. Antes, en Santo Domingo, el público copó la gran explanada para el arte musical tradicional y folcklórico. Grupos afroecuatorianos, Altiplano, Jacchigua, entre otros, compartieron ese espacio. La Ronda quedó demasiado estrecha para tanta gente, sin embargo, su esplendor se pudo vivir, siendo uno de los sitios, a título personal, más lindos del Centro.

En la Plaza de Benalcázar, estaban grupos de la tercera edad, tanto de danza y corales, así como expresiones de teatro cómico. Para los jóvenes se dispuso una gran tarima en San Francisco. Allí pasaron los Tomback, Esto es Eso y Chaucha Kings, entre otros. Para cuando saltaron al escenario los Chaucha Kings, ya eran los primeros minutos del 10 de agosto, pero este grupo tuvo que lamentar la baja de su vocalista, Hugo Ferro, quien por un problema de salud no pudo ser parte del concierto, y fue a él a quien sus compañeros de música dedicaron el espectáculo.

En medio de todo ello, y como evento central, fue el concierto en la Plaza Grande, donde por varios minutos el show se lo llevó el Presidente Correa, quien sin figurar mucho, compartiendo con sus hijos del concierto de Claudio Jácome, no pudo escapar a responder a los cientos de saludos que espontáneamente se expresaban desde la Plaza Grande. El concierto empezó casi puntual, si bien no llegó a conmover las fibras íntimas del patriotismo, gustó al público, mucho más cuando se inició la segunda parte, Quiteñadas, donde se interpretaron temas de la ciudad.

El espectáculos de luces cerró el concierto y abrió la velada libertaria. Muchas luces, con distintos efectos, paralizaron a la gente que llenó la Plaza Grande. Este fue el evento que llenó al Centro de arte y a la gente de Quito y sus visitantes de orgullo. Siendo tan grande, es solo una pequeña muestra de lo que es la ciudad Capital hoy en día. Un cúmulo de expresiones. Las evaluaciones quedarán para los organizadores, cómo mejorar para el próximo año. Para el público, para nosotros que disfrutamos y pusimos a prueba el físico, es una oportunidad de reconocernos, de vernos en la historia y en el presente, de amar una ciudad y un país por su gente, por lo que se ha hecho y seguimos haciendo. Una muestra de que la libertad se la sigue haciendo todos los días y que la cultura es un elemento fundamental de la vida de los pueblos. Hasta la siguiente, la monumental Velada Libertaria.

por Santiago Estrella Silva

¡Que tengas una buena vida!

A un año del bicentenario por el Primer Grito de Independencia de América, en la víspera del 10 de agosto, el centro histórico de la ciudad de Quito reventó con más de 300.000 personas que visitaron, museos, teatros, plazas y descubrieron más de su historia.



“Siempre me traes a ver lo que tu quieres”
, le reclama María a su papá, mientras esperaban en la cola de la entrada a la Sala Capitular de la Iglesia de San Agustín, “por qué te quieres ir para La Ronda, solo déjame ver lo que hay aquí”, insistía la adolescente, cuando estaban a cinco personas de ingresar al local.

La vestimenta de quienes guiaban el lugar era de la época de aquel 10 de Agosto, de pronto me cortan la viada; “nada de cámaras porque el flash daña los lienzos”, comentó media brava la guía, mientras seguía explicándolo todo a los que nunca pasan desapercibidos, una jorga de niños que perplejos por los cuadros de los pasillos, no paraban de levantar la mano, como en la escuela, para fregarle la paciencia y la exposición.

El trajín de tener todo en la retina auguraba un día lleno de historia, pero el despecho mató el interés al llegar al Museo de la Ciudad y ver que la fila para ingresar llegaba hasta la plaza de Santo Domingo. Varios que caminaban cerca decían: “imposible, cuando nos toque ya estaremos celebrando el bicentenario”, pero otros respondían con revanchismo esas afirmaciones: el que quiera celeste…, bueno ya saben.

En una de esas situaciones típicas de los vivarachos vimos la oportunidad de colarnos en otro sitio, ¿qué dicen?, ¿aquí estarán?, y de una se entró al Museo Numismático ¡sin mucha cola! En este lugar te hacen acordar de lo que otros ya no quieren que te acuerdes, de tu devaluado sucre, el que te permitía ver los precios de zapatos en tres o cuatro cifras, pero además te muestran unas monedas de hace fuu…, y te enteras del por qué del término “pelucón”, si no me cree, vaya y vea.

Al final de la noche, cuando se debatía sobre lo más destacado de la Velada Libertaria, unos se quedaron con el espectáculo “Luz de Quito, Siempre Viva” de la Plaza Grande, por la música y los pirotécnicos; otros con los museos, por la oportunidad gratuita de conocer más de su historia y tradiciones, otros discutían si eran o no mazorcas de maíz lo que decoraba el techo de la Sala Capitular; pero a quienes les recibió Juan de Dios Morales (de a mentira) en San Agustín, se les quedó aquella despedida grabada, “Que tengan una buena vida”, lo que anunciaba también una buena muerte, es decir, con sentido, que valga la pena, que haga que cuando te vayas no te olviden así pasen 199 años.

por Juan Carlos Albuja

viernes, 8 de agosto de 2008

Un tambor mágico sonó en el Recreo


El paseo por el sur de Quito para un norteño es sin duda como ver a un gringo en la Amazonas, aunque perdido por un rato, el encuentro con actividades culturales en el Recreo nos permitió ver una mejor predisposición y organización de este sector para eventos de cultura popular como el teatro callejero.



Con el propósito de encontrar la tradicional cobertura de una obra de teatro, el miércoles 6 de agosto me trasladé para el otro lado de la ciudad, al Centro Comercial El Recreo y perdido en la inmensidad de los locales intentaba buscar un espacio fijo, determinado por lo convencional, pero la pregunta se repetía cada vez con más frecuencia, tomando en cuenta que la hora se aproximaba. ¿Y el escenario?, ¿las sillas?, ¿por dónde están los espacios para que los artistas se cambien?, aún más…¿dónde están ellos?

Mientras la preocupación por no dar con el espectáculo crecía, algo llamó nuestra atención justo al bajar las gradas para ir al otro nivel. Varios instrumentos colocados en fila y detrás de ellos tres maletas de ropa y unos pequeños roperos portátiles llenos de vestuarios. Rodeando todos los elementos salieron de no se donde 5 personas que empezaron a tocar la marimba y las percusiones, poco a poco la gente se agolpó en las gradas. Un momento para el calentamiento mientras más curiosos se acercaban y enseguida, la presentación de la obra, sí, sí, es aquí, ¡uff que bueno!


Mejor espacio alternativo no podía haber, la gente mientras estaba en sus compras se detenía y lo mejor de todo interactuaba con los personajes. Por cierto, la obra, muy a la ecuatoriana, era “Domitilo, el Rey de la Rumba”, de Críspulo Torres, fundador del Teatro Tecal de Colombia. Cuenta la historia de un hombre que sumergido por sus problemas económicos sueña una noche que inventa un ''extraño instrumento musical'', el primer tambor que se escuche en la tierra. Pero para tocarlo, deberá pedir permiso al alcalde del pueblo y al obispo, y será capaz de subir hasta el mismo cielo y pedir a Dios su bendición con tal de hacer oír a la gente el sonido de su tambor.

La obra fue puesta en escena por la Compañía de Teatro Molinos de Viento, según nos comentó, Carlos Quito quien recalca que habrá más opciones para mirarla en las próximas semanas.


Bravo por el Centro Comercial El Recreo que tomó esta iniciativa para sus clientes, bien por organizaciones como Quijotadas que están trabajando con ellos y bien por quienes pudimos disfrutar de la presentación, interrumpiendo un poquito otras actividades. La próxima semana la Corporación Quijotadas tiene previsto para los niños el arte de hacer cometas, en el mismo espacio donde se presentó la obra, el miércoles 13 de agosto a las 16h00, ¡sigan adelante!




Reportero: Juan Carlos Albuja

martes, 5 de agosto de 2008

Chulpicine vuelve en su séptima edición


El Festival Itinerante Chulpicine está dirigido a niños, niñas y jóvenes y llega a barrios populares de Quito, donde se instalan en áreas comunales o similares pequeñas salas de cine. Este año el Festival arranca el 16 de agosto, con la inauguración en el Centro Cultural Metropolitano, desde las 11:00.



Francisca Romeo, la Directora del Festival Chulpicine, tiene una vida un tanto alterada por estas fechas. Sus cabellos un tanto desordenados lo denotan, pero eso no importa, porque su misión de llevar el cine alternativo, el de autor, a los barrios populares de Quito, vuelve cada año gracias a su esfuerzo y el de un equipo que disfruta de este espacio consolidado en la ciudad capital.

Las cosas no son fáciles, pero sí muy divertidas. De pronto, una sala comunal de un barrio periférico se convierte en sala de cine, las ventanas se cierran, se genera el espacio oscuro, se dispone una pantalla, el proyector, el sonido. Cortos, medios y largometrajes fluyen mientras las miradas atentas, diferentes, de niños y niñas acumulan nuevas experiencias, de aquellas a las que no siempre pueden acceder. Este Festival tiene esa particularidad y ese es su gran éxito.

Es un Festival diferente, que se lo vive en la calle, con la gente. El cine deja de ser una cosa extraña, una industria de millones y millones de dólares, de estrellas inalcanzables. El cine es una cuestión de miradas, de puntos de vista, que le hacen bien a una población, que como nos cuenta Francisca Romeo, cada vez más está necesitada de cine y del bueno.

El Festival se inaugura el 16 de agosto, en el Centro Cultural Metropolitano, desde las 11:00, con una selección de los mejores cortometrajes de les ediciones pasadas. Además, se dispondrán varias sedes para que el público en general pueda asistir a las funciones que son gratuitas. Estas son el Centro Cultural Itchimbía, la Casa de la Cultura y el mencionado Metropolitano. Desde el 7 de agosto podrá consultar los detalles y programación en la web de Chulpicine. Suerte a todos quienes hacen el Chulpi....y felicidades a todos quienes disfrutarán de las proyecciones. 

lunes, 4 de agosto de 2008

Simón Zavala, la poesía también es responsabilidad social



“El escritor debe escribir, y escribir bien…pero también debe tener una responsabilidad social, con su entorno con su gente”. El poeta Simón Zavala presentó hace pocos días uno de sus libros, Grafías, traducido al inglés por Peter Thomas.

El aire huele a poesía y a leyes en la oficina de Simón Zavala, un escritor que se aparta de la convencionalidad de la industria literaria. Sus libros no se venden en las librerías de las ciudades, como normalmente se considera, sino que mediante un truque con sus editoras, Zavala los distribuye en bibliotecas de universidades, colegios e instituciones para que estén al alcance de todos los que quieras leerlo. Eso lo hace en Quito, en sus viajes por el país y el exterior. El resultado, estupendo.

A Simón Zavala, a su poesía, la llaman desde ferias del extranjero, para que declame sus textos, para compartir sus experiencias. En el país, eso no pasa así, las ferias acá privilegian los best seller, los libros de auto ayuda y los técnicos. La literatura ecuatoriana tiene pequeños espacios y con precios accesibles solo para “pelucones” como diría el Presidente. Por ello la estrategia de Zavala tiene coherencia y más cuando conversamos sobre la posibilidad de abrir espacios para que los escritores vendan directamente sus obras en una plaza de Quito. Ojalá se llegue a concretar.

Durante la conversación con el escritor, su oficina no deja de llamarnos la atención, por la cantidad de libros, por la forma como Zavala vive el oficio de ser poeta. No se considera de los iluminados, de aquellos a los que les llega la inspiración y escriben, sino de los que trabajan la palabra, de los que estudian las técnicas poéticas y de los que disfrutan de leer sus textos.

Una suerte inmensa conocer artistas como estos, que no se quedan en la burbuja de su obra, sino que la abren al mundo, que sienten la realidad que los rodea y toma su postura, con su punto de vista. Simón Zavala, el abogado y poeta, el ser humano que es más valorado afuera, en el exterior, que en el propio país, sin embargo, siempre llega el tiempo para compartir sus experiencias, y ahora desde este blog, lo conocemos un poco más. Tal vez pueda descubrirlo en su próxima visita a una biblioteca. O en estos reportajes que realizamos, porque es nuestra misión periodística.


miércoles, 30 de julio de 2008

El trabajo de una vida en exposición


Cerca de 600 piezas artísticas y arqueológicas de la colección del artista Estuardo Maldonado, puestas en la Casa de la Cultura, una magnifica oportunidad de encontrarse con su obra.

La exposición, "Seis mil años de arte ecuatoriano" del maestro Estuardo Maldonado, hace justicia al nombre, extendiéndose entre el arte ancestral de las culturas precolombinas, hasta sus más recientes trabajos. Cerca de 50 años de labor entre los primeros esbozos de los años cincuenta, hasta el dimensionalismo de los noventa.
Existe un espacio peculiar antes no muy reconocido del artista con la muestra de sus obras “Los inicios” con sus primeros dibujos; retratos y desnudos.

Las obras exhibidas por temas y cronología esperan la concurrencia del público hasta el 30 de agosto, de martes a viernes en el horario de 9:00 a 17:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. La exposición esta dividida entre los vestíbulos del Teatro Nacional y las salas Miguel de Santiago, Kigman y Guayasamín ubicadas en el edificio antiguo de la Casa de la Cultura.
Visite la nuestra, no se trata de reconocer el trabajo del artista, sino de reconocerse usted mismo en él.

miércoles, 23 de julio de 2008

Salen de la U. mostrando su talento


Concluir demostrando lo aprendido en 5 años, necesita de la presencia de quienes consideran que las expresiones artísticas más que un lujo son una necesidad de narrar y buscar lo que sentimos y pensamos, por eso la II Semana de Artes te espera en la U. Central con el trabajo de sus egresados.


La Facultad de Artes de la Universidad Central inauguró la Exposición de Egresados 2008, en el marco de la II Semana del Arte. el acto comenzó con las palabras del señor Decano de la Facultad, Pablo Barriga y del director de la Escuela de Artes Plásticas, Lenin Oña, quien se dirigió a los presentes resaltando la gran participación de los estudiantes egresados de la facultad, a quienes agradeció por su postura frontal para buscar soluciones a los problemas de infraestructura y a la primera evaluación de docentes que fue organizada por iniciativa estudiantil.

La muestra contempla una diversidad de contenidos en escultura, pintura, grabado y varias expresiones teatrales y musicales. la invitación para disfrutar de la exposición no tiene ningún costo y estará abierta hasta el día sábado 26 de julio. Por la tarde, de miércoles a viernes, a las 18:00 se presenta la obra de teatro "Lastima que sea una puta" del texto de John Ford, dirigida por Jorge Mateus y puesta en escena por alumnos de la facultad. El viernes a partir de las 11:00 tendrá lugar el concierto de "Son y Chocolate" e "Imago Música". Variedad para todos los gustos.  
Mas fotos en nuestra galería Flickr

Trovadores, juglares latinos en Quito




















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El Encuentro Internacional de Canción de Autor arrancó el martes 22 de julio, en el teatro Benalcázar. El evento va hasta el 1 de agosto, en escenarios de Quito (Teatro Benalcázar, México y Casa de la Cultura) Guayaquil, Cuenca, Ambato y Otavalo. 


Aunque la canción de autor es un término un tanto extraño para el cubano Frank Delgado, uno de los invitados de lujo de este Encuentro, a la interna se sabe que es esa música escrita desde la fibra humana, sin más pretensiones que llevar una experiencia, una vivencia o una protesta al público. Compartir esa música de la alegría, del dolor, de la nostalgia y la protesta es lo que reúne a trovadores en este Encuentro de Canción de Autor, del 22 de julio, al 1 de agosto. La organización corre de parte de la Red de Trovadores, que desde hace ya buen tiempo vienen trabajando para generar un espacio para esta música.

Fabián Jarrín, uno de los organizadores, sabe que su interés no es volver comercial a la nueva trova, sino abrir espacios donde el público que gusta de este género pueda disfrutarlo. Y si es gratis, como son todos los conciertos de este Encuentro, mucho mejor. Jarrín nos invita a participar, con los brazos abiertos dice, porque esa es la música de autor, la que cuenta cosas de la vida, y para contar siempre se necesita del otro, del que escucha y también responde.

El primer concierto, el martes 22 de julio, en el teatro Benalcázar, tuvo lo que necesitaba: nada de pretensiones, mucho de bohemia y fuera formalismos. Ismael Chávez (en la foto) abrió con sus canciones, interactuando con el público. Luego fue el turno de , . La noche siguió con Fernando Aramís (Cuba) y Fabián Meneses (Ecuador).

Los invitados internacionales que se encuentran en el país son: Diego Sojo (Costa Rica), Alberto Caleris (Argentina), Lizardo Carvajal (Colombia), Frank Delgado (Cuba), Gabino Palomares y Francisco Villa (México), Raúl Ybarnegaray (Bolivia) y Omar Camino (Perú). De parte ecuatoriana figuran Hugo Idrovo, Jaime Guevara, Juan Carlos Terán, Chelo Granda, Fabián Durán, Fabián Meneses, Pancho Prado y Fabián Jarrín. 

En Otavalo, en el teatro Bolívar, el 24 de julio; en Guayaquil se presentarán el 25 de julio, en el teatro José de la Cuadra; en Cuenca el 30 de julio, en el Auditorio del Banco Central; Loja el 31 de julio, en el Teatro Bolívar y en Ambato, en el teatro Lalama el 1 de agosto. 

El 26 de julio se realizará un concierto especial en la Casa de la Cultura de Quito, de homenaje a Cuba, justo en el día que se celebra la toma del cuartel de La Moncada. 

Mire el video del concierto inaugural